Los efectos psicológicos de la tartamudez pueden ser severos afectando el estado de ánimo de la persona de forma continua. Además, la tartamudez es una discapacidad muy estigmatizada, donde continuamente se cuestiona la inteligencia y habilidad emocional de la persona que tartamudea, pues se cree que con "calmarse" o "concentrarse más en lo que se dice" se logrará hablar de forma fluida.
Comienza, de modo característico, entre el segundo y cuarto año de vida, aunque se suele confundir con las dificultades propias de la edad a la hora de hablar. Al final, solo uno de cada 20 niños acaba tartamudeando y muchos de ellos superan el trastorno en la adolescencia. Menos del 1% de los adultos tartamudea. La tartamudez no distingue clase social ni raza, sin embargo, es de tres a cuatro veces más común en hombres que en mujeres.
Hay distintos tratamientos para la tartamudez:
Técnica de seguimiento, habla en sombra o
eco.Se intenta que la persona tartamuda repita las palabras dichas por el
clínico mientras habla o lee un texto. Lo que se pretende es conseguir que
atienda prioritariamente a la información que le llega por el canal auditivo.
Por otra parte, el individuo, al imitar, parece olvidarse de sus dificultades
y deja de cometer errores.
Técnica de encubrimiento o enmascaramiento. Se
somete al individuo a un ruido blanco (ruido con una amplia gama de tonos)
mediante unos auriculares, al tiempo que lee o habla, por lo que no puede
oírse a sí mismo. De esta forma se consigue eliminar la retroalimentación
auditiva y ósea y, en consecuencia el desfase entre ambas. Cuando no podemos
escucharnos enlentecemos nuestro patrón de habla y en los tartamudos se
produce una reducción de los errores.
Técnica de habla rítmica, silabeo o
metrónomo. Se pretende que la persona tartamuda aprenda a hablar con
un ritmo determinado, generalmente más lento que el suyo habitual, que se
le va marcando. La introducción de un ritmo en el habla reduce en
gran medida las dificultades de la tartamudez y permite la distracción del
niño que deja de atender a su propio tartamudeo. Este ritmo se puede
producir mediante un metrónomo, balanceo rítmico de los brazos (como un
juego), palmadas etc.
Retroalimentación auditiva demorada o habla
retardada9. Consiste en presentar por medio de unos auriculares el
discurso que el niño acaba de decir, escuchando de esta manera su propia
voz unos segundos después.
Refuerzo positivo a respuestas alternativas a la
tartamudez. Esta técnica sigue la hipótesis de la tartamudez como
conducta adquirida por aprendizaje operante. Hay numerosos programas
de tratamiento que siguen esta técnica. El más conocido a nivel
internacional es el Programa Lidcombe. En él, los padres dan directrices
durante las conversaciones con
los niños.