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miércoles, 20 de febrero de 2013

EL PROGRAMA HANEN PARA PADRES



 Cómo ayudar para que cada momento en la vida del niño se vuelva una oportunidad
para comunicarse.


Hablando Nos Entendemos Los Dos es un programa centrado en la familia para
padres de niños que presentan un retraso en el desarrollo de su lenguaje.

El Programa reconoce:
- La importancia de implicar a los padres
- La necesidad de ayudar a los niños y a las familias lo más tempranamente posible
en la vida del niño.

Este popular programa fue desarrollado por el Centro Hanen y está reconocido en todo
el mundo por su calidad y efectividad. Está basado en años de investigación acerca de
cómo los padres se comunican con sus hijos y cómo las habilidades de comunicación
de los niños con retraso del lenguaje pueden mejorar con la ayuda de sus padres.
El programa Hablando Nos entendemos los Dos es conducido por una Logopeda
certificada que ha recibido el entrenamiento especializado por parte del Centro Hanen
de Toronto, Canadá.




A continuación, presentamos una serie de preguntas que le proporcionarán más información sobre el Programa Hanen y sus objetivos.

-¿A quiénes está dirigido el Programa Hanen Hablando Nos Entendemos los
Dos?
El Programa Hanen Hablando Nos Entendemos los Dos está recomendado para
padres de niños con dificultades en la comunicación que pueden estar o no asociadas
a otro tipo de trastornos. El programa está diseñado para niños, de hasta 5 años, que
se comunican de manera no verbal hasta aquellos que están comenzando a combinar
dos o tres palabras.

-¿Por qué se implica a los padres en Hablando Nos Entendemos Los Dos?
Los padres son las personas más importantes en la vida del niño. Una de las tareas
más importantes que podemos realizar como padre es proporcionarle a nuestro hijo/a
la ayuda que él /ella necesita para comunicarse y conectarse con el mundo. En el
programa Hablando Nos Entendemos Los Dos aprenderá formas de ayudar a que
nuestros hijos aprendas el lenguaje en actividades y rutinas de la vida diaria.

-¿Qué se aprende en el programa Hablando Nos Entendemos Los Dos?
- Cómo se comunica tu hijo y el próximo paso a seguir para desarrollar la
comunicación
- Qué motiva a tu hijo a comunicarse
- Cómo hacer que las actividades de la vida diaria se vuelvan oportunidades para
que tu hijo aprenda el lenguaje
- Cómo responder a tu hijo de manera de favorecer el aprendizaje del lenguaje
- Cómo hablar para que tu hijo pueda entenderlo.


-El Programa Hablando Nos Entendemos Los Dos ofrece:

- Una consulta para los padres y su hijo con una Logopeda Certificada por Hanen
antes de que el programa comience.
- Clases informativas y personales para pequeños grupos de padres.
- 3 visitas individuales con una Logopeda durante el programa para discutir objetivos
de comunicación y estrategias específicas para tu hijo/a.
- Sesiones de vídeo grabación individuales de los padres interactuando con su hijo/a
para que los padres puedan “ver” qué es lo que ayuda.
- Apoyo de otros padres que están pasando por experiencias similares.


 -Este es un ejemplo de lo que se aprenderá en el programa:

-Acepta que tu hijo tome la iniciativa
Los padres aprenderán más acerca de cómo su niño/a expresa sus sentimientos,
necesidades e intereses. Esto le ayudará a responder de la forma apropiada para
alentar la interacción y la comunicación.

-Adáptese para compartir el momento
El lenguaje se aprende en las conversaciones naturales de la vida diaria, y la vida está
llena de oportunidades para la interacción. Los padres aprenderán a cómo interactuar
con su niño/a durante las rutinas y actividades diarias en función de crear nuevos
escenarios para favorecer las conversaciones tempranas.

-Agregue lenguaje y experiencia
Los padres aprenderán la forma de hablar de manera que sea más fácil para su hijo/a
entenderle. También aprenderán cómo hacer que las palabras sean más fáciles para
que su hijo las aprenda y las recuerde. 


A medida que los padres aprenden estas estrategias en el Programa Hablando Nos
Entendemos Los Dos, tendrán la oportunidad de practicarlas con su niño/a en muchas
y diferentes situaciones . Cuando el programa termine los padres tendrán un nuevo
conjunto de habilidades que podrá usar diariamente con su hijo/a.























martes, 5 de febrero de 2013

¿Quién manda en casa?

Aunque la respuesta a esta pregunta parece evidente, hoy en día los papeles correspondientes a cada uno de los miembros de la familia están empezando a intercambiarse; ya no son papá y mamá quiénes tienen el control en casa, sino que cada vez son más los propios niños quiénes dominan la situación.



Por este motivo, no debemos olvidar la importancia de que la autoridad recaiga sobre los padres, ya que son estos quiénes poseen los conocimientos necesarios para guiar el desarrollo integral y armonioso de sus hijos.

Pero... ¿cómo conseguirlo?

Primero de todo, debemos partir de la base de que el desarrollo del niño es como ir subiendo una escalera; pero para llegar hasta arriba, debemos ir peldaño a peldaño. Cada uno de estos peldaños representa un momento del desarrollo que precisa de un periodo de tiempo determinado para su madurez. 

Uno de los aspectos más importantes es recordar que no es necesario explicar detalladamente el por qué de cada una de las órdenes que les damos a nuestros hijos.

Las primeras órdenes deben de aparecer al mismo tiempo que las primeras muestras de autonomía por parte del niño (principalmente la capacidad de andar). Estas órdenes deben ser sencillas e iran aumentando en su complejidad a medida que el pequeño vaya creciendo. Por ejemplo: 

- Guardar juguetes y objetos personales, comer sólo, lavarse y secarse las manos, ayudar en gestiones muy simples como traer cubiertos, servilletas, pan y otras que no entrañen el peligro de romperse.

Es importantísimo que todo ellos vaya acompañado del refuerzo positivo y la alabanza: "¡Muy bien, genial, eres un campeón!".

Igual de importante es reforzar como corregir. El castigo siempre ha estado presente para poner remedio a las conductas inadecuadas pero este es sólo realmente efectivo cuando es empleado de manera simbólica. Por ejemplo, ponerlos cara a la pared tres segundos para niños muy pequeños y repetir con voz firme y clara sin gritar, mirando siempre a la cara la acción a corregir: "Una, dos y tres, no se pega".

Cada padre empleará la técnica de castigo que considere más eficaz para sus hijos, recordando siempre que el castigo es un acto de amor y no de rechazo hacia el niño.